Estas lineas pretenden dar a conocer el recientemente editado libro "Primeros Argentinos en el Polo Sur", de mi autoría. En su presentación, fue recibido con mucho interés tanto por profesionales como por el público en general, que encontraron en un sólo libro escrito de manera amena y sin cansar al lector no ducho en vuelos o navegaciones entre hielos y vida en carpas con más de -60ºC, un exacto compendio de la historia de las navegaciones y vuelos polares; y nos permite recordar a Amundsen, Scott, Shackleton, Peary, Byrd, Piedra Buena, Sobral, etc. Nos recuerda también lo difícil que fue la "época heroica", cuando no había ropas especiales ni carpas térmicas, ni alimentos concentrados, ni GPSs, ni aviones que vuelan esas latitudes a más de 250 nudos, ni toda la tecnología que permite en estos años hasta confortables viajes de turismo.
Como poseedor de una Gracias a Dios excelente memoria pese a mis años, y poder contar también con todos mis Diarios, apuntes, fotos, croquis y duplicados de notas oficiales de la época, y haber participado activamente en todas las decisiones, y contado con la ayuda de los sobrevivientes de nuestro vuelo, como así también las experiencias y recuerdos de hombres del Ejército y de la Fuerza Aérea que han estado en el Polo Sur después de enero de 1962, y reforzado por una más que extensa biblioteca personal, una famosa enciclopedia e Internet, que me permitieron sacarme todas las dudas posibles, esta obra pudo nacer como una parte fundamental de mi vida y hacerme vivir también varias vidas paralelas a lo largo de varios siglos.
En mis sueños navegué junto a James Cook, y camine nuestra Patagonia y las Galápagos conversando animadamente con Charles Darwin, y estuve escuchando las interminables e increíbles aventuras de Peter Freuchen, y también cambiando ideas con John Harrison cuando diseñaba su primer cronómetro marino, que permitió a los navegantes librarse del fantasma del cálculo de la longitud. Todos ellos fueron mis amigos en mis sueños, y yo también acompañé esquiando a Amundsen y sus camaradas cuando en diciembre de 1911 iban camino a la gloria en Latitud 90º S.-
En mis sueños navegué junto a James Cook, y camine nuestra Patagonia y las Galápagos conversando animadamente con Charles Darwin, y estuve escuchando las interminables e increíbles aventuras de Peter Freuchen, y también cambiando ideas con John Harrison cuando diseñaba su primer cronómetro marino, que permitió a los navegantes librarse del fantasma del cálculo de la longitud. Todos ellos fueron mis amigos en mis sueños, y yo también acompañé esquiando a Amundsen y sus camaradas cuando en diciembre de 1911 iban camino a la gloria en Latitud 90º S.-
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